Hola gente increíble, bienvenidos un día más a otra receta deliciosa, hoy unas gambas al ajillo.
Esta es una de las más famosas de la gastronomía tradicional española.
Las gambas al ajillo son un picoteo fácil pero a su vez magnífico y típico en nuestros hogares. Yo lo suelo preparar mucho cuando organizó un picoteo en casa.
Además nunca me había resultado tan simple cocinar unas gambas al ajillo y por supuesto lo mejor es el sabor con el que queda el plato, con esa salsa tan espectacular, picantita y con un toque de gamba, hará que sientas la necesidad de mojar pan en ella. En casa han triunfado por todo lo alto y no es para menos.
También otro punto a su favor es lo rápido que las podemos tener listas y sin manchar casi nada y la podemos utilizar para otras recetas deliciosas que podemos combinar y sorprender a nuestros invitados.
Para su elaboración he utilizado gambas congeladas, que si las preparamos de forma adecuada, no tienen nada que envidiarle a las frescas. No obstante si los bolsillos lo permiten o justo acabamos de comprar y estáis buscando una receta para emplearlas, las podemos sustituir.
Os dejo con la receta:
INGREDIENTES:
- 6 dientes de ajo grandes.
- 400g. de gambas grandes peladas congeladas.
- 50g. de aceite.
- sal y pimienta al gusto.
ELABORACIÓN:
- En primer lugar introducir al vaso los ajos pelados y programar 4seg/vel.5.
- Después bajar los restos con la espátula, poner la mariposa y añadir el aceite, las gambas previamente descongeladas y un pellizco grande de sal.
- Por último programar 12min/temp. varoma/ giro invertido/vel. cuchara.
Y listo!! Hay que servir este plato bien caliente. Es un aperitivo perfecto que podemos tener listo en muy poco tiempo y no por ello deja de ser un bocado exquisito.
Además las gambas al ajillo las podemos utilizar como base para los saquitos de puré de patata rellenos de gambas al ajillo. Una maravilla que tenemos ya en el blog y me consta que alguno de vosotros ya la ha disfrutado. Es algo con lo que sorprender a tus invitados.
En cuanto a la cantidad de sal y de pimienta eso va al gusto. Hay quienes las prefieren bien picantes y otros solo con un toque de pimienta. La verdad es que en casa nos las comemos de todas las maneras. Incluso el aceitito restante, picantito y con saborcillo a ajo, con un buen trozo de pan. Es un plato del que no me quedan sobras.
Finalmente espero que os guste y que disfrutéis todos en vuestra casa de este manjar tan tradicional.
