Poner en un cazo a calentar la leche sin que rompa a hervir.
Cuando comiencen a salir burbujitas alrededor del cazo indicando que la leche está a punto de hervir, apagar el fuego y agregar el jugo del limón.
Remover con ayuda de una cuchara y dejar reposar durante 30 minutos. Observaremos como la leche se corta casi inmediatamente.
Pasado el tiempo el suero ya se habra separado y podremos ver una capa líquida y amarilla en la superficie, es momento de colar nuestro queso.
Colocamos nuestro colador o filtro de tela sobre otra cazuela y con cuidamos vertemos todo el contenido del cazo. De este modo en el colador quedará el queso y el suero caerá a la cazuela.
Con esto nuestro queso ya estaría listo, solo tendríamos que batirlo con una batidora de mano para que quedará cremoso. Si queda demasiado espeso le podéis agregar una pizca del suero que hemos apartado.
Notas
Si queréis quesos saborizados como los de la foto, cuando ya hayáis batido el queso y tengáis la textura deseada, mezclarlo con las especias que más os gusten y también podéis agregarle una pizca de sal. Os saldrán unos quesos deliciosos.